Andar de puntillas, mantener el equilibrio, coordinar brazos y piernas... todo son pasos de danza clásica que requieren dedicación y constancia. El Conservatorio Profesional de Música de Palma imparte los cursos hasta llegar a obtener la titulación de Danza Profesional. De momento la Isla no acoge la enseñanza superior. Los que estén interesados han de emigrar a Madrid o Valencia, entre otros centros.
Este curso 2002-2003 las clases dieron comienzo la última semana de septiembre, con 70 alumnos matriculados en los cursos iniciales de grado elemental y aproximadamente 35 alumnos en el grado medio. El currículum normal para obtener la titulación de Danza Profesional es de cuatro cursos de grado elemental y seis de grado medio. La evaluación en el Conservatorio es igual que en los centros de régimen general. Se evalúa al alumno de manera continua en el mes de junio.
Como suele ocurrir, el alumnado del Conservatorio de danza es mayoritariamente femenino, aunque también hay niños, una minoría, pues suelen ser más vergonzosos. Todas las clases son en horario de tarde y para que nos hagamos una idea de la apretada franja horaria que soportan a lo largo del curso, ponemos dos ejemplos de alumnas de distintas edades. En el grado elemental, una niña de primer curso, con 8 años, tiene clase los lunes y miércoles de danza española de 16.30 horas a 17.30 horas. A continuación, danza clásica hasta las 19.00 horas. Y los viernes de 17.00 horas a 20.00 horas, lenguaje musical.
Para ingresar en el grado elemental se realiza una prueba en la que se evalúan y valoran las actitudes y capacidad del alumno. En la actualidad no hay mucha demanda para danza clásica, además no hay competencia porque es la única especialidad que se estudia, por lo que entran todos. «Realmente es una pena porque las instalaciones del centro son amplias y cabe más gente. Hay que motivar más a los jóvenes», opina Joan Roig, director del Conservatorio Profesional.
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