Desde el pasado verano, que fue cuando lo vi y me llamó la atención, quise preguntar por qué está semiderruido, habiéndose remozado tan bien en su aspecto externo el castell de Bellver, un lugar para pasear y disfrutar de bellas vistas sobre la ciudad y la bahía y además, visitar el museo militar, ese trozo de muralla que mira hacia el mar, denominado baluard, o bastió de ponent, desde donde se domina el remozado camino del dique del este.
Y esta semana he tenido ocasión de hacerlo, pues me he pasado algunas horas en aquel recinto con motivo del I Seminario de Medios de Comunicación. Y se lo he preguntado al coronel Burguera, director del mismo, quien, sinceramente, no me ha sabido dar una respuesta clara, ya que es competencia de los socios fundadores del consorcio del citado castell: Govern balear, Consell de Mallorca, Ajuntament de Palma y Ministerio de Defensa, quienes, supongo, no pueden permitir que eso siga así.
Por lo demás, el coronel Burguera nos comentó que recientemente han finalizado las obras en la torre dels foners, que se están retejando las murallas este y oeste y que se está buscando lugar para ubicar en el museo militar la magnífica colección de armas de fuego y blancas que el teniente coronel Llorente dona. Por cierto, ¿por qué no se abre el castell en domingo?
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