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Miguel Vidal y Bernardo Busquets, del Club Elite, disputarán el campeonato del mundo de fisicocultirismo, versión WABBA, que se celebrará los días 6 y 7 de diciembre en Tenerife al proclamarse segundo y tercero, tallas media baja y baja, respectivamente, en la Copa de España 2002 disputado anteayer en Calella. Se da la circunstancia de que Bernado, lesionado en un dedo, fue duda hasta poco antes de comenzar la competición. Afortunadamente pudo participar y lograr el tercer puesto. Por otra parte, Camilo Castedo, en talla alta, se clasificó décimo y Rubén Iglesias, en talla media, tercero, por lo que no podrán competir en el mundial. ¡Qué se le va a hacer!

La parte negativa de todo esto, y que nada tiene que ver con el trabajo y sacrificio de los fisicoculturistas, es que nadie les apoya. Todo va de su cuenta. Entrenamientos, ropa, viajes, estancia, comidas, etc., todo se lo han de costear ellos. Es la grandeza y la miseria del deporte en general y muy concretamente de éste. Unos tanto y otros nada. «La grandeza viene dada por llegar a poder competir a alto nivel, y como en nuestro caso, llevando el nombre de Balears por delante», señaló Miguel. Por contra, la miseria es el abandono en que están. Dejados de la mano de Federación, Ajuntament, Govern, Consell. ¡Como si no existieran!, puesto que nadie los apoya. ¿Por qué? Porque viajar a Calella y estar allí dos días les ha supuesto a cada uno un pico. E ir a ahora a Tenerife durante una semana, representado a Balears en un campeonato del mundo, les va a costar el triple. A ellos. ¡Vergonzoso!