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Joan Serra. Enviado especial a Bruselas.
El conseller d'Agricultura, Mateu Morro, planteó ayer en Bruselas al director general de Agricultura de la Comisión Europea, el gallego Silva Rodríguez, la necesidad de que las islas de la Unión Europea reciban la declaración de zonas desfavorecidas. Morro recordó al director general que la insularidad está reconocida por la Unión Europea, aunque las normativas y reglamentos de compensación están pendientes de aplicación.

Rodríguez reconoció esta circunstancia, si bien indicó al conseller que, en cuanto a agricultura, el Ministerio y las comunidades autónomas deben insistir en sus reivindicaciones ante las instituciones europeas. Mateu Morro, que está realizando en Bruselas un maratoniano recorrido de dos jornadas por diversos departamentos de la UE para exponer los agravios de la insularidad para la agricultura balear, destacó ante el director general que la renta per cápita no es garantía para el futuro de la agricultura de las Islas.

Morro y Rodríguez coincidieron en que la creación de un «lobby» de islas europeas para presionar a Bruselas en sus reclamaciones puede ser un buen punto de partida, si bien el director general de Agricultura de la UE quiso dejar claro también que la Unión «es una suma de Estados». En este sentido, países como España, Grecia y los bálticos sí estarían dispuestos a apoyar las reivindicaciones de sus regiones insulares, pero la postura de estados importantes como Francia e Italia no está tan definida.

El conseller d'Agricultura indicó que la futura incorporación de Malta como Estado miembro de la UE puede suponer un impulso en las atenciones comunitarias al conjunto de islas de la Unión, «pero todo está todavía muy verde», apuntó Morro. Cabe destacar que las islas europeas (se excluyen Gran Bretaña e Irlanda) suponen un 5 por ciento del territorio de la UE con una población de 14 millones de ciudadanos. «No es suficiente que para las islas se destinen fondos estructurales. La agricultura insular está sometida a sobrecostes por evidentes razones geográficas y económicas y la UE no puede dar la espalda a estas necesidades de las regiones insulares», subrayó el conseller d'Agricultura.