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La Sala de lo Civil y Penal del TSJB admite en el auto que el «caso Formentera» es una causa «manifiestamente compleja», ya que existen testigos en el extranjero y es necesario utilizar, por ello, el mecanismo de la comisión rogatoria, pero ordena al juez instructor, Antoni Monserrat, que practique todas las diligencias encaminadas a clarificar los hechos. «Ha existido un cambio de juez instructor y del tribunal debido a la existencia de aforados, ha sido preciso elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo y es necesario, todavía, practicar nuevas diligencias de investigaciones», señalan los magistrados.

«Es claro que quedan diversos extremos por investigar», indica la Sala de lo Civil y Penal del TSJB, que entiende necesario dilucidar algunas cuestiones dudosas en torno a la supuesta alteración del censo «dada su posible trascendencia penal y no meramente administrativa». En sus razonamientos a raíz de los recursos de las acusaciones contra el auto de archivo del caso, que contó con el respaldo del Ministerio Fiscal, la Sala se centra en la necesidad de aclarar diferentes aspectos que podrían conculcar las disposiciones en materia electoral y sobre el voto de los españoles que residen en el extranjero y sus descendientes.

Según declaró ayer el abogado de la defensa, Rafael Perera, «la Sala incide en errores varios que se pudieron haber cometido en las inscripciones en el Registro del Censo Electoral, pero todos ellos se van a aclarar», precisó. «Yo estoy satisfecho con ese auto porque incide en cuestiones e incógnitas que pueden quedar despejadas próximamente de manera exhaustiva en el desarrollo de las diligencias», aseguró. Los letrados de la acusación, por su parte, insistieron en la satisfacción que les producía el contenido del auto de la Sala, que recoge todas sus peticiones.