El avión comercial y de transporte más grande del mundo aterrizó,
en la mañana de ayer, en el aeropuerto de Palma por un problema
técnico en uno de sus seis motores, sin que ello motivara la puesta
en marcha de plan de emergencia alguno, tal y como solicitó el
propio comandante.
Este aparato venía procedente de Nueva York con destino a
Argelia, pero cuando sobrevolaba la Península su comandante
solicitó permiso a la torre de control de Palma para aterrizar en
el aeropuerto. En su enorme bodega transportaba juguetes, según
indicaban ayer desde AENA-Palma.
El Antonov 225 fue diseñado para tomar parte en el programa
espacial ruso como transporte de la lanzadera espacial «Buran» en
su dorso. En estos momentos sólo está operativo un avión, ya que el
segundo An-225 se está construyendo en estos momentos. Con una
envergadura de 88,40 metros, 84 metros de largo, 18,20 metros de
alto y una superficie de 905 metros cuadrados en las alas, tiene
una carga útil de 200.000 kilos y un alcance de 4.500 kilómetros.
Pero con una carga de 100.000 kilos su alcance es de 9.600
kilómetros.
Con un fuselaje de 43 metros y doble deriva, este monstruo de la
aviación se eleva con un peso máximo de 600 toneladas, con una
carga útil de 250 toneladas que puede llevar en su bodega o sobre
sus dos pilones carenados situados sobre su dorso. Necesita sólo
una pista de 3,5 kilómetros para el despegue. Para soportar el peso
y la enorme carga, el An-225 posee un tren de aterrizaje especial,
formado por unas 32 ruedas y ruedas dobles en la proa.
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