La regidora de Comerç i Consum, Lys Riera, dio a conocer ayer que,
gracias a la autorización de Cort, a partir de enero el baratillo
que se celebra cada sábado en las Avenidas contará con 16 nuevas
paradas, situadas en el tramo comprendido entre la calle Fra Cuñado
y la plaza Llorenç Bisbal.
Ahora hay 175 personas con licencia para poder vender en el
baratillo. El rastro también se celebra cada sábado en la zona, en
concreto en la calle Vedrà y en parte de las calles Mateu Enric
Lladó y Jaume Lluís Garau. Quienes trabajan en el baratillo son
vendedores autónomos que pagan una licencia fiscal y tasas por
ocupación de la vía pública. En el rastro, en cambio, puede poner
su tenderete cualquier ciudadano.
Tras la apertura de la nueva sede de la Unitat Territorial del
Centre de la Policia Local en el edificio municipal de las
Avenidas, el espacio para las paradas del rastro en la calle Jaume
Lluís Garau se ha reducido, «y esto ha ocasionado discusiones entre
sus vendedores», denunció ayer el PSM-EN en Cort. Riera se reunió
ayer con vecinos de Mateu Enric Lladó, quienes le mostraron su
malestar por los ruidos que se producían en la zona. La regidora
les dijo que las paradas del rastro ubicadas en esta calle serán
retiradas.
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