TW
0

En ocasiones, el mundo de lo inanimado y lo fantástico cobra vida a través de la manipulación humana. Sucede que el placer resulta tan intenso para el espectador, que éste tiene la ilusión de que cada objeto recobra vida, y logra liberarse del actor que lo manipula hasta llegar a ser autóctono. Esto es lo que sucede cada mañana a las 12.00 horas hasta el próximo 3 de enero en el Teatre Municipal, gracias a la labor de les Teresetes de Migjorn.

Cerca de 80 niños se amontonaron ayer en las primeras filas del teatro para contemplar de cerca a esas pequeñas criaturas de trapo y madera, elementos indispensables para construir los tradicionales cuentos. El espectáculo, recomendado tanto para niños como para mayores, comenzó con el villancico «Navidades Blancas» y una cómica charla interactiva entre los niños y los animadores. Posteriormente, actuaron las teresetes de planxeta, que son fabricadas por el anciano Toni de Pollença y que bailan sobre una tabla de madera. Por último, actuaron las tradicionales teresetes.

S. Coquillat