En esta respuesta a la que tuvo acceso Europa Press, se expone
que el 17'8 por ciento de los vuelos operados hasta octubre en el
aeropuerto de Alicante registraron un retraso superior a los 30
minutos, al igual que el 17 por ciento de los vuelos del aeropuerto
de Palma de Mallorca y el 16'4 por ciento de los vuelos del
aeropuerto de Tenerife Sur.
El año pasado ha sido especialmente problemático para el
aeropuerto de Palma en lo que a cumplimiento de los horarios se
refiere, al menos en términos estadísticos, debido a conflictos
laborales registrados por el colectivo de controladores aéreos,
tanto a nivel nacional como europeo, y a las dificultades para
operar en el aeropuerto durante los distintos temporales
registrados en la Isla el año pasado, lo que ha dejado en mal lugar
al aeropuerto en el cómputo de las demoras acumuladas.
En cuanto a los conflictos laborales protagonizados por los
controladores aéreos, cabe recordar los que tuvieron lugar durante
dos fines de semana seguidos durante el mes de agosto, cuando los
controladores nacionales se negaron a realizar horas extras y
provocaron, el día 12 de ese mes, retrasos en más de 300 vuelos que
afectaron a 60.000 pasajeros, situación que se agravó durante el
fin de semana siguiente, cuando los retrasos afectaron al 50 por
ciento de los vuelos programados y a 120.000 pasajeros. Los
retrasos alcanzaron puntas de tres y cuatro horas.
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