El servicio de urgencias de Son Llàtzer ha duplicado su capacidad
de atención a los enfermos; aumentando los boxes de exploración
general de 9 a 20 y separando la atención pediátrica de las
urgencias de adultos, con 6 habitaciones destinadas a los menores y
28 habitaciones de observación.
«Son Llàtzer tenía un plan de apertura, antes de que el Govern
tuviera las transferencias sanitarias, que nosotros hemos activado,
porque siempre hemos previsto que era importante», dijo ayer la
consellera de Salut i Consum, Aina Salom, en el transcurso de una
visita a las nuevas instalaciones, y añadió que «hemos tenido que
incrementar el servicio de urgencias» porque las previsiones del
Insalud con respecto al segundo hospital de Palma se han visto
incrementadas considerablemente, con una media de 260 urgencias por
día.
La consellera quiso transmitir un mensaje rotundo a los usuarios
de la sanidad pública, al afirmar que «los ciudadanos cuando están
resfriados o tienen una gripe no tienen que ir al hospital, sino a
su centro de salud» y así evitar colapsar los servicios de
urgencia.
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