Salvà aseguró que «aunque es un colectivo difícil de calcular,
durante la temporada alta hay entre 3.000 y 4.000 inmigrantes sin
papeles (extracomunitarios) que trabajan en el campo». Según los
datos de la Seguridad Social que ha recogido Pere Salvà,
«legalmente, sólo trabajan unos 500 extranjeros».
El catedrático indicó que esta situación viene forzada «por la
lentitud administrativa a la hora de conceder un cupo de
extracomunitarios a los empresarios del campo. Desde el momento en
que piden determinados trabajadores extranjeros hasta que se les
conceden, la solicitud tiene que pasar por una comisión autonómica,
por el Ministerio de Trabajo y por el Consejo de Ministros.
Mientras tanto, ya ha pasado la recogida de la patata o la de la
uva y han tenido que buscar inmigrantes sin papeles», pues sin
ellos, dijo, la agricultura no saldría adelante.
Igualmente, explicó que «en el sector del campo es muy difícil
hacer previsiones de mano de obra, lo cual todavía dificulta más el
poder servirse de los trámites legales para contratar gente».
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