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Las declaraciones del conseller de Turisme, Celestí Alomar, en contra de los hoteleros en el Parlament este martes, fueron refutadas ayer por el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, quien afirmó que «el conseller debe de dejar de una vez de obsesionarse con los hoteleros y ser mejor gestor de los fondos públicos».

La patronal hotelera, ante la evolución de los acontecimientos internacionales, analizará la próxima semana, en la tradicional asamblea general mensual, el impacto del conflicto iraquí en la industria turística.

Cañellas añadió que los hoteleros «defendemos nuestro patrimonio y el conseller debe acostumbrarse a responder de sus actuaciones ante la opinión pública, olvidándose de lo que hacen los hoteleros».

Para la patronal hotelera, «ya es hora de que nos dejen tranquilos en sus debates parlamentarios. Se tienen que limitar a responder por su gestión ante la opinión pública».

El presidente de la Federación puntualiza que esta estrategia del Govern, «no sabemos a qué responde en estos momentos tan delicados para la industria turística balear. No sabemos a quién beneficia o hace el juego, puesto que lo único que hace es ofrecer una imagen negativa ante la sociedad balear».

«Hay desmoralización por cómo están evolucionando las ventas de reservas en los dos principales mercados, en concreto en el alemán, y todavía queda por ver lo que puede pasar en las próximas semanas cuando se inicie el conflicto bélico».

El Fomento del Turismo de Mallorca también analizará la próxima semana en junta el impacto del conflicto bélico. Y la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), que preside Felipe Navío, esperará acontecimientos para actuar de la misma forma, dado que el efecto será mayor en las aerolíneas por el alza previsible del precio del combustible.

Las patronales turísticas de las Islas ven con inquietud el conflicto bélico, pero coinciden en señalar en que si hay guerra, «que se haga de una vez y se acabe con la incertidumbre actual. El sentir general es que cuanto antes empiece, antes acabará. Esto hará que el conflicto no afecte a las reservas de verano, pero si se demora en el tiempo la guerra, está claro que tanto la Semana Santa como el verano quedarán afectados», indican desde la patronal hotelera.