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El Institut Balear de l'Habitatge (Ibavi) asignó ayer a sus adjudicatarios, mediante un sorteo ante notario, una promoción de 22 pisos de alquiler para jóvenes, situados en la calle Gabriel Fuster i Mayans de es Vivero. Éste es el sueño de muchos jóvenes mallorquines que, debido al alto precio que presentan actualmente los alquileres, no pueden emanciparse. Es el caso de Alberto, que ha estado residiendo en un piso de alquiler durante 4 años, pagando una cifra excesiva que no le permitía ahorrar ni por supuesto deleitarse con un capricho. «El problema es que los jóvenes no nos podemos costear un alquiler de 100.000 pesetas -comenta-, por esta razón necesitamos este tipo de ayudas».

Rosa, de 30 años, también vive en un piso de alquiler difícil de mantener, ya que le cuesta 420 euros al mes. Después de ver cómo la primera solicitud le fue denegada y de esperar cerca de un año, Rosa dispondrá de uno más barato. Un hecho que le llena de ilusión y de alegría. Su amiga María del Pilar, de 32 años, también ha tenido la misma suerte. «Nos ha tocado la lotería», dice entre carcajadas.

Desde que se separó de su marido, María Isabel, de 23 años, ha estado viviendo con sus padres porque no podía costearse una vivienda. «Estoy muy bien con ellos, pero a mi edad y con una hija pequeña a mi cargo necesitas cierta independecia», comenta. Por su parte, Saray González, de 20 años, ya hace tiempo que dejó de vivir con sus padres para compartir piso con su novio. La pareja vive actualmente en una planta baja de alquiler, pero el precio resulta costoso y además la finca no está en muy buen estado. Por este motivo, decidieron solicitar la vivienda de protección oficial. «He gastado todo el dinero en poner velas para que me la concediesen, y al final ha sucedido», bromea.

Los precios de estos pisos de alquiler oscilan entre 117,80 y 255,43 euros. Gracias a este asequible coste, el Ibavi pretende dar respuesta a las dificultades que tienen los jóvenes para obtener una vivienda digna.