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El Teléfono de la Esperanza celebra este año su XVII aniversario de implantación en Balears y, según la estadística del año 2002, han aumentado las llamadas a este servicio por parte de inmigrantes, víctimas de malos tratos y adictos a las nuevas tecnologías (como teléfonos móviles, internet o vídeo juegos).

Esta es una de las principales conclusiones del estudio presentado ayer por el director del Teléfono de la Esperanza, Mariano Gastalver, en el que se incluye el perfil de las personas que hicieron uso del servicio durante 2002, cuando se recibieron 4.050 llamadas, un 10'27% más que en 2001.

Este perfil concluye que el 48'9% de las personas que llaman es mayor de 60 años; en un 70'90% es del sexo femenino, y un 30'9% es soltero.

Resaltó la existencia de tres problemas que emergen de forma paulatina, como las llamadas de personas inmigrantes (que el año pasado supusieron el 1'8% del total), de víctimas de malos tratos (el 11'6%) y de personas con adicción a las nuevas tecnologías (el 1'7%).

En lo referente al estado civil predominan las llamadas de los hombres cuando están solteros o separados, pero, en cambio, las mujeres hacen un mayor uso del servicio que ellos cuando están casadas, viudas o tienen una pareja de hecho.

Otro aspecto analizado se centra en las horas de llamada y, así, Gastalver explicó que las mujeres llaman más por la mañana, especialmente los lunes y los miércoles, mientras que los hombres lo utilizan por la tarde-noche, martes y domingos.

Sobre los motivos, reconoció que «en su mayoría son psicológicos» y tanto hombres como mujeres expresan síntomas depresivos, soledad y ansiedad.