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La dimisión del director general de Coordinación Turística provocó ayer en los pasillos del Parlament cruces de declaraciones entre el portavoz del PP, Juan Flaquer, y los consellers de Turisme y Treball, Celestí Alomar y Miquel Rosselló, respectivamente.

El presidente del Grupo Parlamentario Popular, Joan Flaquer, afirmó que este cese es «insuficiente, llega tarde y porque quien debe dimitir es el mismo conseller. Los temas de Son Serra y del agroturismo, y otros, como pueden ser las oscuras operaciones sobre el tren a su paso por Petra, le pueden acabar arrastrando a él».

Asimismo, añadió que «el conseller debería dimitir no sólo por este tema, sino por higiene democrática: una persona que se atreve a mentir descaradamente cinco o seis veces en el Parlament ya tendría que haber dimitido, y si no que lo cese el presidente Antich».

Flaquer comentó también que el PP no descarta pedir la creación de una comisión de investigación sobre el tema de Son Serra.

El conseller de Turisme, que leyó la carta de dimisión de Garau y tuvo palabras de agradecimiento por su tarea por la ecotasa y el gesto humano y ético que había tenido, arremetió contra el portavoz parlamentario del PP por pedir su cese. Alomar aseguró que «el PP está nervioso porque sabe que ahora ya es un caballo que no es ganador. No se ha producido ninguna regularidad y por lo tanto, mi dimisión no era necesaria. El PP ataca sobre la Conselleria de Turismo porque es la que ha llevado a cabo la ecotasa, una de las iniciativas más importantes del Pacte de Progrès».

Sobre la compra del solar de Son Serra, el conseller dijo: «Era necesario comprar el terreno para derribar el edificio, lo cual se hizo a un precio de mercado, según los técnicos de la Conselleria, aunque fuesen 3.500 metros y no 3.900».