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«La paz y la seguridad a todo el mundo están amenazadas con esta guerra que puede provocar todavía una crisis más grande». Con estas palabras, el presidente Francesc Antich, rechazó ayer una intervención militar en el Irak acompañado por el secretario general de UGT, Lorenzo Bravo. Bravo y Antich comparecieron ante los medios para informar del apoyo tanto del sindicato como del PSIB a la manifestación contra la guerra que se celebrará el próximo sábado en Palma y aprovecharon para hacer un llamamiento a la movilización ciudadana.

Antich expresó que «una guerra en Irak no ayudará a combatir el terrorismo porque la violencia engendra todavía más violencia». El presidente criticó la política del Gobierno central en el conflicto y reclamó al presidente Aznar que «deje de hacer seguidismo de Bush y no intente confundir a los ciudadanos de que es lo mismo la guerra y el terrorismo».

En este sentido reclamó a Madrid que «escuche a la mayoría de los ciudadanos españoles que no quieren guerra y que intente llegar a un consenso con el resto de fuerzas políticas. Antich también reprochó al ministro Arenas que hubiera manifestado que no estaba previsto que Balears participara como base operativa en la guerra y que días después un barco norteamericano atracara en Palma.