La quinta expedición de voluntarios de Balears partió ayer hacia Camariñas

Los voluntarios de Eivissa fueron los primeros en llegar a Madrid, punto de encuentro, desde donde se dirigieron a la citada localidad gallega. Este grupo, compuesto por 60 voluntarios, tenía prevista la llegada a Camariñas a medianoche.

Una vez allí, los voluntarios se alojarán en apartamentos, cuya capacidad va de siete a diez personas. El criterio para repartir a los voluntarios es muy simple, asegura el coordinador del quinto grupo, José Francisco Picón: «Procuramos que la distribución sea equilibrada, los repartimos por edades y por sexo». Lo más importante para los coordinadores es «mantener unidos a quienes llegan juntos, bien por amistad, bien porque son familia».

Los voluntarios siempre pasan por un cursillo donde se les dan las pautas a seguir en cuanto a medidas de seguridad e higiene. El ritmo de trabajo es de unas cinco horas diarias, con descanso obligado cada hora y media. Por otra parte, el tiempo es el que decide en último caso en qué zona se va a trabajar. Si la climatología es buena se opta por zona de roca, si es adversa se trabaja en playa de arena.

La chica más joven que se desplazó en el grupo que viajó ayer tiene 19 años, el mayor, 61 años. Hasta el próximo mes de junio la consellera d'Interior organizará viajes de voluntarios a Galicia.