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El conseller de Turisme, Celestí Alomar, defendió ayer en el Parlament la adquisición de los edificios de Son Serra de Marina, por los cuales el Govern pagó 1'9 millones de euros. Alomar respondió hasta tres preguntas del PP sobre esta cuestión, aunque en todas ellas defendió las gestiones realizadas por su departamento. «Se pagó el precio adecuado», reiteró el titular de Turisme, quien recordó que el Govern compró con los fondos de la ecotasa un solar que podía ser edificado.

«Nosotros no hemos comprado dominio público», insistió Alomar ante una pregunta de Flaquer, quien criticó al Govern por abonar 1'9 millones de euros por unos edificios que eran ilegales. «Tiene que explicar los motivos por los cuales compró unos apartamentos que no tenían ningún valor, en una zona de dominio público y sobre los que existía una orden de demolición», acusó el portavoz del PP. Flaquer sostuvo que el «precio lo pactó el propio conseller y por este motivo la Conselleria de Turisme no solicitó ningún informe técnico a la Direcció General de Patrimoni».

En relación a este asunto, el PP criticó que el conseller Alomar haya aplazado su comparecencia, prevista para mañana. Flaquer explicó que el conseller de Presidència, Antoni Garcías, pidió el aplazamiento de su comparecencia, que también debía contar con la presencia de Alomar. Garcías tiene previsto viajar a Bruselas, y por este motivo el conseller de Turisme ha aprovechado para pedir que también se posponga su asistencia a dicha comisión. Flaquer llamó «cobarde» al titular de Turisme por no dar explicaciones sobre la compra de Son Serra de Marina. En cambio, Alomar considera que debe comparecer conjuntamente con Garcías.