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El almirante de Acción Marítima, Luis Roca Ramirez, acompañado por el jefe del Sector Naval, Ricardo Fernandez Folgado, visitó ayer la base de Portopí y presentó la estructura de la nueva fuerza principal de la Armada, constituida por la flota y la Fuerza de Acción Marítima, como dos entidades independientes. Aunque interrelacionadas, ha sido creada para racionalizar recursos, centralizando la sede en Cartagena y con mando subordinado en Balears. Esta medida de defensa naval, indicó, tiene por objetivo asegurar la vigilancia y ejercer la soberanía e incluye el Instituto Hidrográfico y la Escuela Naval, junto a unidades auxiliares y tranportes pero la gestión en caso de crisis corresponde a la flota, que continua en su cometido de proyección de poder.

La nueva Fuerza de Acción Marítima aglutina en Balears, entre Palma y Maó, a dos buques (de un total en la Armada de 55) y unos doscientos efectivos, de un total de 2.400 a nivel nacional. De ellos sólo una cuarta parte permanece en tierra, sumando los días de navegación hasta cien al año. Asimismo, el almirante reconoció que el objetivo fijado a nivel nacional en materia de cupo mínimo en las Fuerzas Armadas profesionales no se ha cumplido en términos absolutos y que en Balears aunque está cubierto, la captación es más difícil ante el elevado nivel de vida. Asimismo, destacó la importancia de estar en la mar ante cualquier eventualidad, lo que determina un mas ágil desplazamiento de la flota responsable del cometido bélico, donde se requiera su presencia. Un elemento esencial, ante los recursos que exige la estrategia por lo que atañe al flanco Sur.

Roca Ramírez recalcó la superación del concepto territorial por el concepto funcional con la nueva fuerza que, a mediados de marzo una orden ministerial definirá su misión dentro de una gestión globalizada. Así, las cuatro antiguas zonas marítimas quedarán bajo un mando único a nivel de comandancias, con sede en Cartagena. Entre las funciones de la nueva Fuerza de Acción Marítima destaca la colaboración con otras administraciones en materia de defensa de los intereses pesqueros y también en la lucha contra la contaminación, como es el caso de marea negra provocada por ePrestige.