Miles de declaraciones de la renta de diversos ejercicios
facilitadas a la Agencia Tributaria por ciudadanos de Balears
aparecieron anoche tiradas por el suelo de una calle aledaña a la
sede de Hacienda en Palma. Los documentos conteniendo información
privada de los contribuyentes de las Islas habían desbordado el
contenedor al que fueron arrojados y estaban a la vista de
cualquier persona que pasara por allí.
Carpetas, archivadores y hojas grapadas contenían documentos
bancarios, certificados de pago de los contribuyentes, violando de
forma flagrante el deber del secreto de la Administración sobre
datos privados de los ciudadanos. En los documentos de la Agencia
Tributaria que se hallaban en el contenedor constaban datos
relativos a la identificación del contribuyente, bienes, situación
tributaria, datos bancarios o avales.
En otras hojas, aparecían los datos fiscales de los
contribuyentes del ejercicio de 1997, haciendo constar si la
declaración de la renta era abreviada u ordinaria.
Un ciudadano se puso en contacto anoche con Ultima
Hora para denunciar un hecho de extrema gravedad, y en el
que incluso puede intervenir la Agencia de Protección de Datos
(APD) por el posible mal uso de información confidencial.
Fuentes de la Delegación de la Agencia Tributaria señalaron esta
misma mañana a Ultima Hora que los documentos
hallados no son de su procedencia, y apuntaron la posibilidad que
correspondan a alguna de los numerosas gestorías de los
alrededores. Esta afirmación se basaría en el hecho de que los
expedientes corresponden a los ejemplares para los interesados, que
en ningún caso quedan en poder de la administración.
La APD, precisamente, tiene en estos momentos abiertos tres
procedimientos sancionadores contra otras tantas entidades
bancarias por indicios de vulneración de la Ley de Protección de
Datos y el reglamento de seguridad en esta materia. La aparición en
la vía pública de listados de declaraciones del Impuesto Sobre la
Renta de las Personas Físicas (IRPF) está considerada «un hecho de
gran gravedad».
Un caso similar ocurrió en Madrid en 2001, cuando aparecieron en
contenedores de la basura documentos y datos fiscales de algunos
ciudadanos procedentes de diversas delegaciones de la Agencia
Tributaria madrileña. Entonces, el PSOE solicitó la comparecencia
urgente en el Congreso de los Diputados de los ministros de
Administraciones Públicas y de Hacienda. En marzo de 2002, la
Conselleria d'Interior del Govern balear anunció la investigación
de unos sucesos similares, aunque en aquella ocasión los documentos
aparecidos en un contenedor de la basura correspondían a un asunto
relacionado con las tasas del juego que los empresarios del sector
pagan a la Administración para mantener la licencia.
Este diaro intentó anoche localizar al delegado de la Agencia
Tributaria en Balears, Ignacio Fernández Alegría, sin
conseguirlo.
Este caso es similar a otros escándalos ocurridos en distintas
regiones en hospitales y entidades bancarias.
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