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Los especialistas siguen creyendo en el turismo de masas, ese modelo vacacional del que Balears ha sido líder en los últimos cuarenta años. Pero, afirman que debe «corregirse» y apostar por su desarrollo mucho más vinculado al medio ambiente que a otro de carácter expansivo. El catedrático de la UIB, Carles Manera, incluso, pronosticó que las Islas avanzarían hacia «un precipicio» si mantienen inalterable el actual modelo de turismo de masas. Todo esto quedó de manifiesto ayer en la inauguración en el Centro de Cultura de Sa Nostra de un congreso que abordó la historia del turismo de masas en el Mediterráneo.

Durante la inauguración de las jornadas, el conseller de Turisme del Govern, Celestí Alomar, recalcó que «el turismo de masas ha carecido de una reflexión profunda para elevarlo a lo que realmente es, la actividad económica con más futuro» y señaló la «obligación» de Balears de reflexionar sobre ello y de «aspirar a ser algo más que un país productor de alojamientos turísticos, a través del desarrollo turístico».

Para Carles Manera, en cambio, «el turismo de masas ha representado el cambio más importante de la economía balear en los últimos años, lideró la gran transformación económica de las Islas a nivel de crecimiento económico y desarrollo desde los años sesenta». Añadió que la hipótesis de que la economía balear sufriría un gran quebranto si desapareciera el turismo de masas, «es desacertada».

«El turismo es el sector más dinámico de la economía occidental actual, incluso en los países en vías de desarrollo, y es un activo que todos los Gobiernos se están planteando, con ello, el turismo de masas tiene una clara vocación de futuro en todo el mundo. La industria del ocio es cada vez más importante en ese sentido», precisó. Manera recordó que Balears fue pionera del turismo de masas en todo el mundo. «Es indudable que su modelo de crecimiento tiene que ser diferente, no puede ser expansivo como hasta ahora, hay que pensar en otras formas de crecer sin renunciar al fenómeno turistico. Y aquí cabe preocuparse de otros activos como puede ser el medio ambiente», dijo. Admitió, en ese contexto, que el viajero que reserva sus vacaciones por su cuenta «puede darle otro perfil al turismo de masas, y convertirlo más en un turismo cultural, ecologico, patrimonial y familiar», subrayó.