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El vicepresidente de Exceltour, José Luis Zoreda, lobby que integra a las 26 principales empresas turísticas españolas, afirmó ayer que «no existen elementos que indiquen que el ejercicio 2003 será mejor que el pasado» y consideró que el desvío de turistas de los destinos del Mediterráneo oriental hacia Balears, como consecuencia del conflicto abierto en Irak, «no será tan automático como en el año 1991». Exceltour prevé un retraimiento de la demanda turística global.

En la presentación del libro «Cadenas Hoteleras. Análisis del Top Ten», del profesor de Economía Financiera de la UIB, Onofre Martorell, a la que también asisitió el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Lladó, el vicepresidente de Exceltour consideró que el mercado británico no ejercerá durante la próxima temporada como «motor de la demanda turística», como sucedió en 1991, y auguró un descenso en el consumo a nivel general.

Zoreda y Martorell situaron como «reto de futuro» parra de la industria hotelera balear, la superación de su «deficiente capacidad de distribución y su dependencia de los grandes grupos turísticos europeos», al tiempo que consideraron que los establecimientos de alojamiento deberán buscar «posiciones intermedias» entre la reducción de costes, la competitividad en precios y la diferenciación de producto.

La obra de Martorell analiza la organización, estrategias de crecimiento, internacionalización y márqueting de las diez primeras cadenas mundiales: Cendant, Sixt Continents PLC, Choice, Accor, Marriot, Hilton, Best Western, Starwood, Carlson y Sol Meliá. El principal problema en las cadenas de Balears, según Zoreda y Martorell, es la excesiva expansión mediante establecimientos propios, caso de Sol Meliá o Barceló, la necesidad de vender de algunas de ellas.