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La actuación en el Auditòrium del Coro de la Hermandad del Rocío de Palma con motivo de la presentación en sociedad de su primer disco compacto hizo vibrar a las más de novecientas personas que llenaron a rebosar la platea. El acto, que se inició con unas palabras del presidente Juan Antonio Torres, siguió con un parlamento del alcalde de Palma, Joan Fageda. Asistieron, ocupando asientos de primera fila, la concejal de Cultura, Carme Feliu, quien se encontraba acompañada por los concejales del Ajuntament palmesano Gaspar Oliver, Rafel Vidal, Toni Nadal, José Manuel Sierra, Ramón Torres y la candidata a la alcaldía de Palma, Catalina Cirer, además del padre espiritual Sebastián Feliu y el compositor de la Misa Rociera, Juan Tarifa.

Los aplausos que el público dedicó al coro apenas pisó el escenario infundieron muchos ánimos al grupo y si algo quedó claro fue la presencia de la palabra Mallorca en numerosas estrofas en las que también se aludió a la Virgen de Lluc y La Salut. Dirigidos por Juan Padilla y acompañados a la guitarra por Jesús Gómez y Juan Antonio Quirantes, cantaron en la primera parte las sevillanas La palabra rociero, La mecen manos rocieras y Sueño de un hermano mayor, y la rumba Con tal de verte pastora. En la segunda parte el coro cantó algunas canciones del disco compacto tales como Salve, la rumba Quisiera, Tangos dedicados a la Virgen de Lluc, Fandangos de Huelva y Salve de Mallorca. Al finalizar, el público puesto en pie les dedicó una clamorosa ovación. El plato fuerte lo constituyó la actuación de Los Requiebros. El concierto ofrecido por el famoso grupo choquero compuesto por los hermanos José, Antonio y Manuel Martínez Cáceres interpretó canciones de su reciente compacto Requiebros con amor, entre las que destacaron una dedicada a las madres y otra muy emotiva dedicada a un niño ciego, compuesta por un joven barcelonés de 14 años.

Los aires de la marisma almonteña a través de las voces de Los Requiebros impregnaron el Auditòrium. Sí, era esperado su poutpourrí con los temas más representativos de su larga trayectoria. Como colofón, Los Requiebros invitaron a subir al escenario al coro de la hermandad para interpretar juntos La Salve del olé, coreada por todos los presentes puestos en pie.

Amalia Estabén