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El dirigente socialista y ex candidato Joaquín Almunia aseguró ayer en Palma que Aznar «es el presidente más de derechas que ha habido nunca en España durante su etapa democrática». Almunia, que actualmente es el director de estudios de Fundación Alternativas, lamentó la postura de Aznar ante el conflicto de Irak y asumió que «la sociedad ha cambiado más rápidamente que la izquierda, aunque muchos de estos cambios han sido impulsados por la izquierda». Almunia ofreció una rueda de prensa acompañado por Alberto Elordi, director de la Fundación Alternativas, y por Príam Villalonga, presidente de la Fundació Gabriel Alomar.

Almunia explicó que la Fundación Alternativas «buscó gentes que pudiesen hacer algo muy necesario, ayudar a enriquecer el debate público». En este sentido, el ex secretario general del PSOE subrayó que uno de los asuntos que ahora se estudian es el fenómeno de la inmigración en la sociedad española. Para Joaquín Almunia, «el resurgir de la extrema derecha no es preocupante, a excepción del caso de países como Austria, aunque no hay que dar la batalla por perdida». «En estos momentos hay margen suficiente para que las propuestas progresistas sean más atractivas que las conservadoras», subrayó Almunia.

El ex candidato socialista a la Presidència del Gobierno planteó que, entre otras cuestiones, «España con un gobierno socialista no estaría siguiendo la política belicista de Bush y jugaría el papel de otros gobiernos europeos y no precisamente de izquierdas como el francés». Almunia, quien también ironizó sobre las posibilidades de Jaume Matas en las próximas elecciones autonómias, cree que Aznar está a favor de la guerra y en contra de la opinión pública «por una cuestión de vanidad, y eso es gravísimo». «¿Quién se ha creído que es Aznar?», planteó el ex ministro de Trabajo y Administraciones Públicas. Almunia explicó que el objetivo de esta jornada que se celebra hoy en el Parc BIT es analizar los cambios en el electorado y los nuevos temas de la agenda política, como el de la inmigración, para elaborar nuevas propuestas, con la colaboración de políticos y académicos implicados en este proyecto y representantes de otros «think tanks» europeos.