Es decir, un diputado autonómico puede ser conseller, pero no
director general ni secretario general técnico, ni tampoco jefe de
gabinete. En cambio, un director general puede ser concejal sin
cometer ninguna incompatibilidad. Este impedimento legal obligará
al Govern a realizar una amplia remodelación en su segundo nivel
cuando todavía falte poco más de un mes para las próximas
elecciones autonómicas. La previsión es que el Consell de Govern
del día 11 de abril acepte las dimisiones de los seis directores
generales. Los distintos departamentos afectados por la
incompatibilidad de sus altos cargos ya están buscando soluciones
para cubrir los huecos que dejan los directores generales. En
algunos casos se optará por elegir a un sustituto, pero la solución
que se aplicará es la de distribuir las funciones del director
general que dimita.
Así, Valentí Valenciano no tendrá sustituto en la Direcció
General de Relacions amb el Parlament. Una vez finalizada la
actividad parlamentaria no es imprescindible elegir a un director
general cuya principal función es la relación con la Cámara
autonómica. La Conselleria de Benestar Social será la más
perjudicada por estas dimisiones. Hasta tres altos cargos dejarán
el departamento de Fernanda Caro en las próximas semanas. Caro
podría redistribuir las funciones de los directores generales o, en
algún caso, nombrar a algunos altos cargos de manera provisional y
hasta que termine la legislatura.
Tampoco parece que haya relevo en el caso de la Conselleria
d'Economia con la dimisión de Antònia Allés. Sus funciones serán
asumidas por otro director general. La Conselleria de Turisme
también deberá buscar una solución para cubrir el hueco que deje
Josefina Casals en la Direcció General d'Ordenació Turística.
Casals, que formará parte de la candidatura socialista en Menorca,
también podría ser sustituida por otro alto cargo de Turisme.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.