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El actor y director de teatro Àngel Llàcer participó ayer en el Certamen de Cortometrajes en catalán con una charla sobre interpretación en el Centre de Cultura sa Nostra. Llàcer también es conocido como profesor de «Operación Triunfo». Tras la conferencia se proyectó el cortometraje «Almas gemelas», protagonizado por Llàcer y ganador de la primera edición del certamen.

-¿Qué es para usted la interpretación?
-Es, o tendría que ser, el hecho de contar historias, sin embargo a veces se confunde con ser conocido o famoso. Interpretar es crear una determinada emoción al espectador.

-¿Se nace actor?
-El talento es muy importante, pero se ha de unir al trabajo y la experiencia vivida. Monstruos de la escena hay muy pocos. Yo estoy personalmente a favor de estudiar, porque vas más tranquilo y no tienes la responsabilidad de equivocarte.

-¿Cómo calificaría su experiencia en cine?
-Hasta ahora sólo he hecho cine, por decirlo de alguna manera, «de estudiante», participando en algun corto de final de curso o proyectos de directores recién licenciados. Por ahora no me he planteado hacer nada serio, no tengo prisa; además, el hecho de ser un personaje de la televisión no te da la posibilidad de equivocarte y me da miedo. De todos modos lo que a mí me gusta es el teatro.

-¿Por qué?
-Por el proceso de descubrir a un personaje, de trabajar, de ensayar y dedicar tiempo, cuanto más mejor, porque llega un momento en el que sabes qué objetivo tienes en cada una de las frases que pronuncias. Y también me gusta porque en teatro no haces las cosas dos veces, siempre te arriesgas.

-¿Cuál es la diferencia entre el actor y el director?
-Dirigir es como actuar, sin embargo conociendo todos los personajes. Durante los ensayos pasas por todas las emociones, que después sobre el escenario tienes que olvidar. No hace falta reír o llorar de verdad. El teatro es hacer creer una mentira. A través de su artificio el teatro hace creer una verdad que no es verdad.

-En teatro ha hecho cosas muy diferentes, texto y musicales.

-Sí, y por dos de los musicales tuve un premio Butaca, que concede el público de Barcelona. De todos modos creo que no hay tanta diferencia entre uno y otro. Si en el musical las canciones son parte del argumento cantar se convierte en una manera artificiosa de hablar.

-¿Cómo definiría su experiencia en 'OT'?
-Me lo he pasado muy bien, pero para mí la televisión es transitoria. Mi trabajo era que los alumnos intentasen explicar algo a través de la música. En teatro cada obra tiene un lenguaje y lo mismo pasa a la hora de cantar, hay canciones en las que tienes que destacar una actitud y otras en las que sólo importa la voz. Tenía que hacerles sacar sus sentimientos, porque cuanto más te escondas, peor.

-Y ¿cómo lleva la fama televisiva?
-Es una «paranoia», te quita mucha libertad y te coloca en un lugar que no te corresponde. Se me hace extraño porque la gente me saluda, me llama por mi nombre y es diferente cuando haces teatro porque aquí te conocen a ti, no a tu personaje.


Iolanda Pericàs