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David Ginard y Mari Luz Alemany son un matrimonio mallorquín que a finales de 2001 decidieron adoptar un niño de Rusia. Desde ese mismo momento, pusieron en marcha todos los requisitos burocráticos necesarios para la adopción. Tras las distintas entrevistas psicológicas que la Conselleria de Serveis Socials del Consell de Mallorca realiza para evaluar la capacidad del matrimonio, este organismo institucional les otorgó el «certificado de idoneidad». A continuación contactaron con una entidad colaboradora de adopciones internacionales (ECAI), acreditada por el CIM, presentando todos los documentos necesarios para proceder a la adopción. Durante este trámite, el matrimonio decidió adoptar a dos niños en lugar de uno solo, aprovechando el viaje que realizarían a Rusia. Así se lo comunicaron a la ECAI que les aseguró que no había ningún tipo de inconveniente.

En diciembre del año pasado, la ECAI les informó de que ya tenían adjudicados dos niños -una niña y un niño- en Rusia, y el matrimonio viajó hasta allí. Estuvieron cinco días con ellos en el orfanato y firmaron los documentos de asignación. Cuando regresaron a la Isla, el CIM les denegó la adopción doble, permitiendo sólo tener a uno de ellos. El matrimonio, indignado, acudió al Consell pidiendo explicaciones y hasta logró entrevistarse con la consellera de Serveis Socials, Josefina Sintes. Según el matrimonio, las explicaciones que dio el personal del CIM fueron confusas y sin argumento alguno. Así, establecieron motivos psicológicos, como que el matrimonio no estaba preparado para esta doble carga, que el niño mayor no pasaría por la etapa de exclusividad o que la adopción doble es ilegal, ya que se debe esperar un mínimo de un año para poder solicitar otro niño. El CIM les ofreció la posibilidad de abrir un nuevo expediente y cerrar los antiguos; a lo que el matrimonio se negó. Ellos desean tener a los dos niños porque ya los consideran hijos suyos. «Cuando fuimos a Rusia creamos un vínculo entre los niños y nosotros; por eso ahora no nos pueden separar de ellos», comenta Mari Luz. David asegura que la única vía que les queda para conseguir la doble adopción es la judicial, pero reconoce que no tienen tiempo «el proceso es muy largo y eso es lo que nos falta a nosotros». Al matrimonio solo le queda una esperanza, que el Consell se sensibilice y cambie de opinión.