Sólo un 42 por ciento de los pisos de Balears tienen contadores
individuales de agua y no cuantifican su consumo de manera
colectiva. Este dato corresponde a una encuesta sobre el consumo de
agua promovida por la Conselleria de Medi Ambient en la que han
participado colegios y usuarios de Mallorca, Menorca y Eivissa,
poniendo de manifiesto el escaso número de contadores
individualizados en el caso de Palma, donde más pisos se
concentran, lo que dificulta el ahorro de este recurso básico.
Administraciones y técnicos coinciden que, en los bloques de pisos,
la instalación de contadores individuales conlleva siempre un menor
consumo de agua, ya que los colectivos no ayudan a la implicación
en el ahorro.
Así lo explicaron ayer la consellera Margalida Rosselló y el
director general de Recursos Hídrics, Antoni Rodríguez, que
presentaron dicho estudio con motivo del Día Mundial del Agua, que
se celebra hoy. Del formulario que ha servido de base para la
encuesta se repartieron 3.210 ejemplares, de los que se devolvieron
900 íntegramente cumplimentados. Entre los datos recopilados,
Rodríguez destacó que sólo el 74 por ciento de los ciudadanos de
las Islas consideran que tienen unas instalaciones en condiciones
aceptables, mientras que un 18'2 por ciento observa deficiencias en
las mismas y un 4'5 por ciento cree que son «muy deficientes».
También resaltó que un 45 por ciento de las viviendas, en
general, no cuenta con un contador individual de agua, por lo que
muchos usuarios «no puede constatar los beneficios que produce el
ahorro», indicó el director general. El problema se agrava en
Mallorca, dónde sólo un 50 por ciento disponen de contadores
individuales, frente al 80'7 de Eivissa y el 77 de Menorca.
Rodríguez centra este problema en los pisos, de los que sólo un 42
por ciento dispone de los citados medidores individuales, y en «el
peso de Palma en los datos que afectan a la población de
Balears».
La media de consumo doméstico de agua en Balears, con 171 litros
por habitante y día, supera la mundial (82 litros), europea (150) y
española (165). Si contamos que las pérdidas de agua en las redes
de Balears se cuantifican en un 20 por ciento, la media balear de
consumo doméstico se eleva a los 203 litros al día. Otro dato
significativo es el riego de jardines y zonas verdes particulares.
Un 46 por ciento de los encuestados utiliza para ello el agua
potable, un 15 por ciento recurre a pozos privados; un 3'4 por
ciento dispone de agua residual depurada; y sólo 2'9 por ciento
aprovecha el agua de lluvia.
Margalida Rosselló insistió en la necesidad de «no bajar la
guardia» en el ahorro de los recursos hídricos después de haber
registrado buenos resultados con las precipitaciones de los últimos
dos años. En general, los habitantes de Balears demuestran buenos
comportamientos en determinadas prácticas del uso del agua: la
mayoría riega en las horas de menos intensidad solar, cierra el
grifo mientras se lava los dientes y usa preferentemente la ducha
frente al baño. Utilizar la ducha en lugar del baño supone un
ahorro aproximado de 100 litros de agua en cada ocasión.
Finalmente, para un 58'5 por ciento de los encuestados, la escasez
de agua es un problema inmediato y no de futuro. Esta percepción de
inmediatez en el problema llega al 90% en Eivissa.
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