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L.T.
Lo último que esperaba Magdalene Bergschneider cuando compró en Hannover su paquete vacacional de tres semanas en Mallorca es que ese merecido descanso se iba a convertir en una odisea. Esta turista alemana de 85 años llegó a Mallorca el 18 de marzo y se hospedó, como estaba previsto, en un hotel de s'Arenal. Dos días después de comenzar estas vacaciones, que se le presentaban como una promesa de tranquilos paseos al sol, Magdalene Bergschneider sufrió una caída al tropezar con un bordillo de la acera y fue trasladada de inmediato al hospital Son Llàtzer, donde se le diagnosticó una doble rotura de cadera y hombro.

Fue intervenida dos días después, el domingo 23, y el miércoles siguiente fue dada de alta. Para su sorpresa, y la del personal del hospital que la atendía, Magdalene se encontró con que ya no tenía habitación en su hotel de s'Arenal, pese a que su estancia no finalizaba hasta mañana. Desde el departamento de Asistencia al Paciente se decidió contactar con José Antonio Rodríguez, coordinador de la Asociación Sociocultural Alemana -encargada de ofrecer asistencia a alemanes residentes- ante la evidencia de que nadie se hacía cargo de Magdalene, que, además, sólo habla alemán.

José Antonio Rodríguez asegura que «nadie desde Alemania, en la agencia de viajes que le vendió el paquete turístico, ni el touroperador que la trajo, se han querido hacer cargo de Magdalene», por lo que fue José Antonio Rodríguez quien tuvo que solucionar el papeleo del seguro. «Tengo que decir que tanto el médico traumatólogo que atendió a Magdalene Bergschneider, Carlos Pérez Uribarri, como el equipo de Asistencia al Paciente, se mostraron muy sensibles ante este problema y gracias a ellos se consiguió una cama para que esta mujer de 85 años pudiera permanecer en el hospital, a pesar de haber sido dada de alta».