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El ex presidente del Govern Gabriel Cañellas advirtió ayer que un excesivo poder de los consells insulars puede convertir «en un florero» al Ejecutivo autonómico y al propio Parlament. Cañellas cumplió las expectativas y su conferencia celebrada en la Cámara autonómica contó con la presencia de una nutrida representación de dirigentes del PP entre los que no faltaron los ex presidentes Jaume Matas y Cristòfol Soler. El ex presidente del Parlament Jeroni Albertí fue el encargado de presentar la conferencia de Cañellas.

Durante su intervención, Cañellas no dudó en criticar a aquellas comunidades que se autodefinen como históricas. «Nadie puede delimitar lo que es nacionalidad histórica, pero yo lo tengo claro: ser más que los demás, un concepto subjetivo con carga de desprecio hacia el resto», dijo Cañellas, quien añadió: «Nosotros somos una región que no nos hace falta poner carteles para delimitar las fronteras».

El ex presidente explicó su versión sobre la redacción del Estatut y las dificultades que se vivieron para consensuar el texto. «El debate del Estatut se planteó con desconfianza», admitió el ex líder del PP. Cañellas considera oportuno que en estos momentos los partidos políticos expliquen con claridad a los electores «si somos una auténtica comunidad o somos unas islas separadas». «Vamos hacia unos consells insulars fuertes y un Govern frágil y sin competencias; es irreversible», avisó. Para el ex presidente balear, la configuración de Balears será la de «cuatro islas, tres gobiernos insulares, un florero y ninguna comunidad». «El Govern no puede quedar para organizar actos oficiales, recibir autoridades a pie de escalerillas, pagar sueldos de funcionarios y montar ferias y festejos», expuso Cañellas, quien teme que el Parlament también se convierta en una «institución florero».