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Els Verds, Esquerra Unida, y PSOE criticaron ayer con dureza la decisión del PP de hacer pública una «lista negra» con nombres de dirigentes políticos que habrían participado en incidentes contra los populares. Jordi López, Miquel Rosselló y Damià Cànoves, portavoces de los tres partidos, afirmaron que esta actuación obedece al intento de los populares de crear «una cortina de humo para desviar la atención de los ciudadanos del conflicto de Irak».

Los tres dirigentes recalcaron que el PP no dispone de pruebas consistentes ni argumentos para demostrar los hechos que se imputan a Jordi López y al diputado de EU, Miquel Ramon, que figuran en la lista junto con otros 44 nombres. En esta línea mencionaron que el PP no lo hace «por justicia sino por desviar la atención e intentar confundir a la opinión pública».

Aparte de la ya anunciada querella de López contra Javier Arenas y José María Rodríguez, se indicó que EU no descarta recurrir también a los juzgados, aunque que la última palabra corresponderá al afectado Ramon. Damià Cànoves expresó que el PSOE da apoyo a todas las demandas que se presenten, si bien consideró más idóneo que éstas se formulen a título individual.

Miquel Rosselló, coordinador de EU, calificó la lista del PP como «una actuación patética y desesperada» y mencionó que la guerra provocará una confrontación entre el mundo árabe y Occidente que desembocará en el nacimiento de «centenares de Bin Laden». Por este motivo, Rosselló afirmó que la única salida digna que le queda al PP es rectificar su política, «sacar a nuestro ejército de Irak y dar apoyo a las propuestas de paz.

Jordi López, por su parte, explicó que «la sociedad está crispada y quien lo ha promovido son los propios cargos del PP al adoptar medidas para promover la guerra activamente». López opinó que la sociedad «está muy sensibilizada después de sentirse engañada por un presidente, José María Aznar, que se comprometió a evitar la guerra y después firmó un ultimátum con Blair y Bush en las Azores».