La procesión de La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, que abre
los desfiles de la Semana Santa de Palma, fue presenciada por
numeroso público y registró una masiva participación de cofrades.
Sólo se apreció un pequeño cambio en el itinerario habitual, y éste
fue que al llegar a la calle Bonaire se hizo un rodeo por las
calles Rubén Darío, Santiago Rossinyol y Barón de Pinopar, hasta La
Rambla.
Antes de salir del templo de Sant Jaume, se vivió mucha
animación en los aledaños ya que las bandas de las cofradías
realizaban su entrada a los sones de marchas penitenciales. La
Sección Montada de la Policía Local abrió la procesión, seguida de
los Tamborers de la Sala. Las cofradías de Nuestra Señora del
Carmen del Coll d'en Rebassa y Santo Cristo de s'Arenal fueron las
dos primeras en encabezar dicho desfile, siguiendo luego la de La
Esperanza y las de la Asociación de Cofradías de Palma, por orden
de antigüedad.
Por ser el Domingo de Ramos, se sustituyeron los cirios por los
ramos de olivo y las palmas lisas, otras con algún detalle, y las
trabajadas que lucieron los cofrades que cerraban filas de la
cofradía La Salle. La cofradía Santa Mónica aportó su paso Jesús,
camino de Getsemaní, con delicada ornamentación floral a base de
orquídeas y sus cofrades lucieron lazo verde en memoria de Ana Eva
Guasp. Les acompañó la banda Unión Musical Inquense. La cofradía
Jesús del Buen Perdón procesionó con el paso que lleva su mismo
nombre acompañada de la banda Groc y Verd y de la Agrupación
Musical.
En este desfile la presencia de niños y niñas monaguillos se
hizo notar, y de forma notable, en la cofradía El Silencio, que
tuvo uno por penitente. Los pequeños se portaron muy bien y
disfrutaron repartiendo confites. Con la cofradía Santa Faz desfiló
la candidata a la alcaldía de Palma Catalina Cirer. Como es lógico,
resultó difícil de identificar debajo de su capirote, pero la
presencia de sus hijas delataba que no andaba muy lejos. Catalina
repartió a los presentes piruletas de fresa con forma de
penitente.
Vestas de nueva factura y la incorporación de bandas juveniles
propias de cada cofradía constataban el auge que están
experimentando las cofradías de Palma. Algunos detalles faltaron,
lo repetimos por enésima vez, como es el cuidado del calzado, la
temida plancha, y la sustitución de caramelos por los tradicionales
confites. Con gran número de cofrades acudieron Cruzada del Amor
Divino, Real Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Faz,
Santo Tomás de Aquino y La Agonía, ésta última acompañada por su
característica banda y que hoy estrenará su nuevo paso en la
procesión del Lunes Santo. Cruz de Calatrava, la cofradía más
veterana de Palma, desfiló con uno de sus cuatro pasos, el de
Nuestra Señora de Gracia.
Con todos sus cofrades portando palmas, monaguillos ataviados
con el traje de Santiago y en perfecto orden, cerró la procesión
del Domingo de Ramos la Venerable Cofradía de Penitentes de
Santiago, que preside Antonio Enseñat. De nuevo acaparó la atención
su emblemático paso La Entrada de Jesús en Jerusalén, entrañable
conjunto escultórico recreado por la mano del escultor mallorquín
Jaume Mir. Por último, la banda municipal de música acompañó a esta
cofradía, que ejerció este día como es tradicional el papel de
anfitriona.
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