Las compañías aéreas españolas confían en que la entrada en vigor del cielo único europeo agilice el tráfico.

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La congestión aérea sigue siendo un tema prioritario para las compañías aéreas agrupadas en la patronal AECA, con sede en Palma. En Son Sant Joan aterrizaron y despegaron 131.270 vuelos entre enero y noviembre de 2002, de los cuales 22.042 registraron retrasos de más de media hora. El aeropuerto de Palma ocupa el cuarto lugar en la clasificación de instalaciones con más retrasos de España, detrás de Madrid-Torrejón, Alicante y Murcia-San Javier.

El presidente de ese organismo, Felipe Navío, declaró a Ultima Horaque el espacio aéreo, tanto en Balears como en el resto de Europa, está acotado «por muchas zonas restringidas a las maniobras militares», y que era imprescindible «reducir el número de esos pasillos y habilitarlos al tráfico de aeronaves comerciales».

«Creemos que la próxima entrada en vigor del Cielo Unico Europeo contribuirá a una distribución más racional de esos espacios aéreos, lo que evitará la congestión en determinadas aéreas que son claves para el tránsito, como Marsella (Francia)», explicó. Las compañías aéreas no olvidan la huelga «salvaje» de los controladores de Marsella en el verano de 1994, cuando miles de pasajeros quedaron atrapados en las terminales de los aeropuertos de Baleares. O el más reciente, en mayo de 2002, cuando el tráfico aéreo en Europa se vio ayer afectado por espacio de siete horas por un fallo informático en el principal centro de control aéreo del Reino Unido y en el sistema que regula los permisos de despegue de los vuelos (slots) del ente que gestiona el tráfico en los países europeos, Eurocontrol, provocando con ello el caos durante todo el día de ayer, que en el caso del aeropuerto de Palma provocó retrasos en al menos 70 vuelos, afectando a más de 12.000 pasajeros.

La avería se produjo casi simultáneamente en Reino Unido y Bruselas, sede de Eurocontrol, solventándose los problemas técnicos siete horas después. Este hecho motivó que Eurocontrol restringiera el tráfico por el cielo europeo, afectando de manera especial al aeropuerto de Son Sant Joan, que vió limitada su operatividad a 12 movimientos de aviones por hora con destino al extranjero y de seis vuelos por hora para vuelos nacionales. Según Navío, «el tráfico aéreo ha operado con normalidad hasta ahora, y no me agradaría polemizar con los controladores franceses, pero sí es cierto que su labor es fundamental en la llegada y regreso de los turistas a Balears, ya que prácticamente todo el tráfico se canaliza en esos centros».