Más de trescientos amigos ofrecieron ayer un homenaje sorpresa a
Joan Fageda, quien durante los últimos doce años ha sido alcalde de
Palma. El acto fue organizado por el empresario Pep Caldentey; el
agente consular de los EE UU en Mallorca, Bartolomé Bestard; y por
el relaciones públicas Pep Sans. Se sirvió un almuerzo en el
restaurante Es Molí des Comte, de Establiments, durante el cual los
reunidos testimoniaron su amistad y admiración hacia la persona del
alcalde.
Después de la magnífica comida servida por Juan Cabrera,
diferentes instituciones y asociaciones obsequiaron al alcalde con
un recuerdo de su paso por el Ajuntament. Entre ellas figuran:
Fomento del Turismo; Colegio de Aparejadores; Club Elsa; Delegación
de Defensa en Baleares; Real Mallorca; Delegación del Gobierno en
Baleares; Asociación de Constructores, y Monjas Trinitarias del
Temple. Asimismo, la nieta del alcalde entregó a su abuela, Lola
Lara, un recuerdo que había sido costeado por todos los
asistentes.
Un momento entrañable del homenaje transcurrió cuando Bartolomé
Bestard dijo que «una niña de dos meses» haría entrega al alcalde
de una placa conmemorativa. Se trataba de Carmen Feliu, la
concejala de Cultura, que recientemente ha superado una difícil
operación cerebral. Feliu tuvo palabras cariñosas para el alcalde,
a quien agradeció su amistad y colaboración durante sus años de
mandato. Cerró el acto, con profunda emoción, Joan Fageda. El
alcalde aseguró que «no merezco ningún homenaje; al contrario, soy
yo quien debo homenajearos a todos vosotros y a todos los
ciudadanos de Palma por la amistad que siempre he encontrado».
R.D.
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