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La música, la luz, la poesía y las sorpresas fueron los elementos comunes de las tres piezas que la compañía de danza La Quercia presentó ayer a las 21:30 horas ante el público asistente al Teatre Municipal, dentro del marco de la Mostra del Día Internacional de la Dansa, que se prolongará hasta el domingo 4 de mayo. La primera pieza que se representó fue «Setembre», una improvisación de danza y música sobre una sonata de J. Sebastian Bach, de cuya coreografía se encargó Laura Giotto y en la que, durante 10 minutos Teresa Miquel interpretó música en vivo, mientras Natalia Dorado se encargaba del baile.

La segunda pieza «Rumicami Tabacanda», también a cargo de Laura Giotto, con música de Calicanto y Edoardo Falu, mezcló durante 25 minutos luces y sombras, grises con colores pintados en la noche, silencios con guitarras y acordeones, de una historia sin historia de la relatividad permanente; en lo que es, en palabras de la propia compañía, «un canto a la sonrisa que abre una lágrima, una boca sorprendida, unos dedos impacientes que se enlazan a la vida».

La noche finalizó con una pieza de Chiara Bortoli, «Suite Oriental», con música de Giuseppe Dal Bianco; compuesta por tres solos consecutivos que constituyen una alternancia de ritmos y de danzas que narran tres historias sobre tres mujeres, en la que el hilo conductor es una atmósfera oriental que, a través de la danza, encuenta el momento de conjunción entre lo visible y lo invisible.

R.D.