El Ministerio divide la incidencia en los siguientes grupos: 100%,
más del 60%, 25-60% y 11-25%. Con más del 60% dañado sólo hay
bosques en Balears (na Burguesa) Huelva, Orense, Teruel, Tarragona,
Barcelona y Girona. En el caso de Na Burguesa, el daño detectado
responde mayoritariamente a los numerosos incendios de grandes
dimensiones que afectaron a esta cordillera durante los años 90,
siendo, junto a las montañas de Artà, uno de los espacios naturales
más castigados por el fuego en las Islas. A ello se añadió la
sequía del período 1999-2001, que igualmente contribuyó a la
defoliación de los árboles en estas zonas.
En Balears, el Ministerio de Medio Ambiente detecta daños de
entre un 25 y un 60% en la masa forestal de la Marina de Llucmajor
y Migjorn de Mallorca, mientras que en la Albufera de Alcúdia y
norte de Mallorca la incidencia negativa oscila entre el 11 y el
25%. En el nordeste de Eivissa se alcanzan niveles de defoliación
que abarcan entre el 25 y el 60%. En Menorca (oeste y norte) no se
supera el 25%.
El Ministerio de Medio Ambiente considera árboles dañados a
aquéllos que sufren una defoliación superior al 25%, incluidos los
secos o desaparecidos. Pese a los datos apuntados, el nivel de
defoliación en España es inferior a la media de la Unión Europea.
Mientras en España se calcula un proceso de defoliación en el 13%
de la masa forestal estatal, lel conjunto de la Unión Europea
presenta una incidencia del 17'6%.
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