Gabriel Cañellas se convirtió ayer en la gran estrella de la Fira
del Llibre. La presentación de su libro de memorias -una entrevista
que ha durado dos años, según Sastre, el autor de la obra- despertó
una gran expectación en la Fira del Llibre a la que no era ajena el
ex president del Govern. «Que nadie compre el libro si quiere leer
crueldades o ataques contra personas. He intentado evitar el morbo,
enfrentamientos y polémicas. Si alguien busca morbo que mire
algunos programas de televisión», ironizó Cañellas durante la
presentación del libro. Cañellas estuvo acompañado por el polémico
Jaume Sastre y por el editor, Lleonard Muntaner.
Un sonriente Cañellas asumió que «he vuelto a nacer en papel de
imprenta» y reconoció que sus memorias «han sido un parto de más de
dos años en los que he sido exprimido como un limón». Antes,
Cañellas recalcó a los periodistas que «no tengo ninguna intención
de regresar a la política».
Jaume Sastre explicó que cuando Muntaner le comentó que tenía
previsto editar las memorias de Cañellas le dijo que le pusiera el
primero de la lista. Sastre reconoció que tiene muchas diferencias
ideológicas con Cañellas y que, por este motivo, el trabajo «ha
sido, en muchas ocasiones, explosivo». «El buen entrevistador no
debe ser nunca el protagonista, pero había que evitar que pareciese
un tongo», subrayó Sastre. El autor de las memorias de Cañellas es
un conocido dirigente independentista quien reconoció sólo tiene
algo en común con el ex presidente del Govern: «Tanto a Cañellas
como a mí nos gustan mucho el mundo de las glosas».
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