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El teniente de alcalde de Urbanisme de Cort, Rafel Vidal, reiteró ayer que existe un estudio previo hecho por el Consistorio sobre el futuro nuevo hospital de Palma, que sustituiría a Son Dureta, y que se situaría entre sa Teulera y Gènova. «La zona está muy bien conectada con el resto de la ciudad gracias a la proximidad de la Vía de Cintura», dijo, para añadir: «Además, de este modo tendríamos un hospital en la zona de Llevant, Son Llàtzer, y otro en la zona de Ponent, el sustituto de Son Dureta».

La zona en donde con casi total seguridad se construirá el nuevo hospital está considerada como suelo rústico, por lo que sería necesaria una recalificación para que pasase a ser considerada para un uso asistencial-sanitario. Existen dos opciones para hacer este cambio, solicitar el interés general, que no precisaría una modificación del Pla General d'Ordenació Urbana (PGOU) de Palma, sino sólo determinar en qué parcelas se hace el hospital, y hacer la recalificación mediante el sistema general, que sí obligaría a una reforma del PGOU. Tanto en un caso como en otro, sería necesaria la autorización del Consell.

De momento, Cort no posee ningún solar en esa zona, por lo que tendría que comprarlo o expropiarlo. A continuación, sería cedido al Govern para que construyera en él el nuevo hospital. Una vez finalizadas las obras, se pondría en marcha este nuevo centro, mientras que Son Dureta sería derribado. El solar que quedaría tras la demolición pasaría a ser para el Ajuntament de Palma, que, o bien haría equipamientos en el mismo, o bien lo convertiría en una ampliación del Bosc de Bellver. «Todo el proyecto será muy costoso, por lo que aún nos encontramos en la fase de dilucidar cómo podrá ser financiado», destacó el teniente de alcalde.