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«El cargo de fiscal general del Estado está más próximo al de comisario político, propio del estanilismo», afirma el teniente fiscal de Baleares, Ladislao Roig, en una ponencia que leerá mañana, jueves, en el congreso de la Unión Progresista de Fiscales y Jueces (U.P.F.) para la Democracia que se celebrará en Benicassim (Castellón). Roig se muestra muy crítico con «la modificación del Estatuto del Ministerio Fiscal para establecer límites temporales a las jefaturas de las Fiscalías», para, a la vez, «mantener el sistema estrictamente gubernamental de la designación y cese del fiscal del Estado», señala.

«Ello responde estrictamente a criterios políticos de quien (...) quiere mantener su incidencia en el ámbito del Poder Judicial mediante el instrumento del Fiscal», afirma. «Por eso es grave ese desgaje entre el fiscal general del Estado y el resto de los fiscales, potenciando el primero a costa de las limitaciones de los segundos», señala el teniente fiscal de Balears. Añade que se produce con «la no reforma un absoluto desgaje del fiscal general del Estado del resto de la carrera fiscal e, incluso, de la judicial».

«Afirmar, como tantas veces se oye pomposamente, que hay que potenciar la autonomía del Ministerio Fiscal para asegurar en su funcionamiento su sujeción a los principios constitucionales de imparcialidad y legalidad, y al mismo tiempo, hacer depender el cargo de fiscal general del Estado de estrictos y únicos criterios gubernamentales, a la par que potenciar el principio de dependencia jerárquica es, otra vez más, un evidente ejercicio de cinismo», subraya Ladislao Roig.