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IVÀN TERRASA - MADRID
El mallorquín Damià Ripoll, del Partido Popular, tomó ayer posesión de su escaño en el Congreso de los Diputados en sustitución de Rosa Estarás, que regresa a Balears para dedicarse plenamente a las tareas del nuevo Govern de Matas. Ripoll, alcalde electo de Son Servera, estuvo arropado en todo momento por el resto de diputados 'populares' de Balears, en especial por Miquel Angel Martín Soledad, que ejerció de cicerone. «Sinceramente, jamás creí que llegaría este día», comentaba Ripoll minutos antes de que la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, le declarara diputado a todos los efectos, tras lo que recibió una salva de aplausos del resto del hemiciclo y de algunos familiares que se desplazaron hasta Madrid para la ocasión.

Esta mañana Ripoll tiene previsto elegir las tareas de las que se ocupará en el Congreso. «Mañana (por hoy) miraremos las comisiones que quedan disponibles y elegiremos. Particularmente me hace mucha ilusión Medio Ambiente, ya que desde esta comisión se puede incidir en Balears más directamente». «Ahora lo más importante es entender el funcionamiento del Congreso, aquí se respira un aire de organización y seriedad increíble, percibes un nivel muy alto de control y eficacia. Como político, es como un sueño para mí», asegura.

Sobre cómo compaginará sus funciones de alcalde de Son Servera y diputado en Madrid, Ripoll confía en poder llevarlo sin problemas. «Me dicen que lo importante es que venga a todas las votaciones, que no se trata de venir tres o cuatro días a la semana durante toda la legislatura. Por lo demás, en el ayuntamiento tenemos un gran equipo de regidores, planificaremos muy bien el trabajo. Será un esfuerzo personal más que otra cosa el intentar estar en los dos sitios el máximo de tiempo posible. Está claro que no nos podemos dormir».