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Pere Calafat y Joan Mas, secretario general y coordinador de Unió de Pagesos, respectivamente, destacaron ayer que la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), que en estos días se cierra en Luxemburgo, «condena a muerte los subsectores de cereales, frutos secos y ovino, que son precisamente los que más territorio ocupan en Mallorca».

Para los responsables de la organización agraria, «la reforma propuesta por el comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, fomenta la desaparición de la actividad, el abandono de las explotaciones y, en el caso del ganado ovino, la venta de los animales. Todo ello tiene además otro efecto pernicioso porque desanima por completo a los jóvenes que consideraban la posibilidad de dedicarse profesionalmente a la agricultura».

Aunque parece que las subvenciones a los frutos secos no sufrirán el recorte anunciado inicialmente, de 241 a 209 euros por hectárea y año, Calafat y Mas indicaron que «seguirán siendo insuficientes si los Estados o las regiones no habilitan ayudas complementarias, tal como se está planteando en Catalunya o Italia. De todos modos, lo que eran ayudas íntegramente europeas pasarán a ser cofinanciadas por Estados y regiones».