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Los niños, jóvenes y muchos vecinos de la Soledat arroparon ayer en su homenaje a la que se puede considerar «niñera mayor» de la barriada, la hermana de la Caridad sor María González. Por la tarde sor María asistió junto a las hermanas de la congragación a la misa de acción de gracias en la parroquia, donde se reunieron también profesores, alumnos y amigos. La ceremonia religiosa estuvo presidida por el rector, Jaume Mas, quien en su homilía destacó la labor abnegada de la homenajeada hermana de la Caridad.

Finalizada la Eucaristía todos se desplazaron a la pista contigua situada entre la iglesia y la guardería, donde tuvo su trabajo sor María, para rendirle acto de homenaje que organizaron muy bien el grupo de futbito de la asociación de padres de alumnos. Allí se descubrió una placa dedicada a su memoria. Como es lógico, la religiosa se emocionó ante tal muesta de calor y cariño por parte de sus vecinos y ahora ya crecidos alumnos.

A continuación los profesores del colegio le regalaron un álbum que reúne fotografías de los años en que trabajó en la guardería, con una inscripción en plata alusiva a la sonrisa de los niños. Uno de los momentos más simpáticos fue cuando se acercaron los peques de la guardería para obsequiar a sor María con sendos ramos de flores. Pero todavía hubo más, ya que también tuvo el reconocimiento de la asociación de vecinos, colegio San vicente de Paúl y muchos amigos. Entre los presentes se fueron pasando varias hojas de pergamino para que pudieran expresar por escrito su dedicatoria para que la hermana tuviera un recuerdo de todos. La fiesta tuvo como colofón una animada merienda en la que los niños, alumnos y padres no dejaron de expresar su cariño a quien los cuidó de pequeños, que se cuentan por tres generaciones.

Amalia Estabén