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Balears ha estabilizado en los últimos años la presión sobre el medio ambiente y los recursos naturales gracias a la contención del crecimiento turístico y urbanístico. Esta podría ser la conclusión general del libro «La mesura de la sostenibilitat del turisme a les Illes Balears», editado por la Conselleria de Turisme y la UIB. Los autores son Macià Blázquez, Ivan Murray, Sofía López, Llorenç Mas, Jaume Mateu, Felip Morell, Neus Andreu y Gloria Truyols. Blázquez y Murray son directores del proyecto de indicadores de sostenibilidad turística en el Centre d'Investigacions i Tecnologies Turístiques de les Illes Balears (CITTIB).

El estudio analiza la evolución de 12 indicadores clave de sostenibilidad en el período 1989-2002 (el considerado «tercer boom turístico»). Las variables ambientales que mejor evolucionan son las referentes a la habitabilidad local (aumento de la protección del territorio y eficiencia en el uso de lo recursos naturales). Por contra, las variables socioeconómicas (precariedad laboral, salarios bajos o acceso a la vivienda) han empeorado.

Concretamente, el crecimiento de la presión humana se estabiliza en el período 2000-02, con un descenso en la afluencia turística que compensa el incremento de residentes. También se estabilizó el incremento de plazas residenciales (por el efecto de las moratorias urbanísticas). Desde 1999 se estancan la ratio de vehículos por cada mil habitantes (830 en 2001) y la saturación turística de las playas. Se reducen los suministros de agua por persona y día. El consumo energético y las emisiones contaminantes también se estabilizan, pero exceden en un 42% los límites del protocolo de Kyoto. El porcentaje del reciclaje de residuos respecto a la producción total de basuras disminuye ligeramente.