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Mientras veíamos, ayer a primera hora de la mañana, llegar a Cort, con el rostro radiante, a la nueva alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, a su equipo de gobierno e incluso a los integrantes de la mismísima oposición, podíamos llegar a la conclusión de que, en cierto modo, junio se ha convertido en nuestro país en el mes de la ilusión. Para los estudiantes, porque el curso al fin casi ha terminado, y como en la actualidad ya nadie suspende, sino que simplemente progresa adecuada o inadecuadamente, casi todos los alumnos tienen siempre ante sí varios meses de descanso, que compartirán en parte con sus queridos padres, que ya se preparan ahora para las vacaciones de julio, agosto o septiembre, mientras esperan -igualmente ilusionados, claro- el final de la Liga, sobre todo si son, al menos por lo que respecta a este año, del Real Madrid o de la Real Sociedad. O del Real Mallorca, si lo que esperan es la final de la Copa.

Cada cuatro años se produce un hecho semejante en la política española, tras las elecciones locales que acontecen siempre al final del mes de mayo. También en este caso, como es bien sabido, ningún partido de nuestro país parece suspender nunca, sino que simplemente reconoce haber progresado adecuada o inadecuadamente. El pasado 25 de mayo el Partit Popular progresó adecuadamente, al obtener los 15 concejales necesarios, sobre un total de 29, para conseguir por cuarta vez consecutiva la mayoría absoluta en Cort, o, lo que es lo mismo, su particular «Pleno al 15», en esta ocasión, y por primera vez, con Catalina Cirer al frente. El PSIB-PSOE y EU-EV también progresaron adecuadamente, pero no lo suficiente.

Quizás como una especie de homenaje y reconocimiento a ambos partidos o al espíritu de consenso y diálogo que quiere conseguir Cirer con las formaciones de la izquierda en Cort, incluida por supuesto el PSM-EN, la nueva alcaldesa llegó al Consistorio vestida con una blusa y con unos pantalones de color ¡rojo! Pero, bueno, este hecho tampoco debería sorprendernos en exceso, al fin y al cabo el Partit Popular es, según recogen sus propios estatutos, una formación de centro reformista, casi podríamos decir que socialdemócrata, y por tanto no tan alejada de EU-EV o del PSM-EN.