Entre las mejores fiestas de este verano 2003 podemos destacar,
por el momento, la organizada de manera magistral por la dirección
del Arabella Sheraton Golf Hotel Son Vida, que, como ya adelantamos
ayer, celebró por 11º año consecutivo dicho evento. Los anfitriones
recibieron a los casi doscientos invitados en una noche iluminada
por las llamas de las velas. Una decoración y un entorno que invitó
a disfrutar de una gran velada.
Entre los asistentes, numerosos rostros conocidos de nuestra
sociedad, acompañados por sus señoras, novias o parejas, que
deslumbraron de manera especial en una noche donde el termómetro
rozaba los 29 grados centígrados.
Si el cóctel fue espectacular por su exquisito gusto, mejor fue
el menú, elaborado por el chef Rafael Sánchez. De primero,
langostinos empanados en couscous con ensalada fresca de papaya y
mango sobre salsa cremosa de harissa. Seguido de ajoblanco suave,
con sus guarniciones tradicionales. Y, como plato fuerte, solomillo
de buey relleno de tomate seco, berenjena y mahonés con gnochetti
de pesto, ceps a la sartén y jugo de albahaca, todo ello acompañado
del vino blanco «El Preludi, 2002» y un tinto «Marqués de Vitoria,
reserva de 1995».
Contrariamente a lo que dijimos ayer, no estaba el abogado
Miquel Capellà, pero sí completaban la lista de invitados otros
muchos amigos del hotel Arabella como el empresario Juan Olabarría,
el notario Víctor Alonso, el asesor fiscal Joan Cerdà, Francesc
Verdú (de Banca March), Gabriel Sagristà (de la CAM), Ramon
Rosselló (de Bancaixa), los directores generales de Turisme Josep
Aloy y Eduardo Gamero, el empresario Lars Magnusson y su esposa
Catherine, Matthias Kühn, la cónsul de Alemania, y muchos más,
perfectamente atendidos por los anfitriones, Stefan Schörghuber,
Tschirky, y Óscar del Campo y sus respectivas esposas.
Julián Aguirre
(texto y fotos)
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