TW
0

Como un cuento de hadas hecho realidad, así se podría resumir el enlace matrimonial entre el conocido, en la comunidad empresarial alemana, asesor fiscal mallorquín, Marcos Vera, y la bella Elena Naguel, natural de Rusia. La ceremonia civil se celebró en el Castell de Bellver, donde la novia llegó en un flamante Rolls Roice de 1924, que perteneció a la reina Isabel II de Inglaterra y a la familia real británica. La boda tuvo un destacado intercambio cultural entre las tradiciones rusas y mallorquinas.

El vodka y el tinto mallorquín compartieron manteles con otros suculentos manjares. Pero antes de la gran velada, concretamente al atardecer, y con casi 40 grados en el interior de la capilla del Castell, el teniente de alcalde de Palma, Rafael Durán, ofició un acto lleno de romanticismo. Elena, la novia, lucía un precioso y exclusivo vestido del diseñador francés, Max Chaoul, mientras que el novio y los padrinos vestían el clásico chaqué. Al finalizar la ceremonia y sobre el puente de Bellver la pareja siguió la tradición rusa de degustar un trozo de pan con sal y beber de un sólo trago la copa de champán antes de lanzarla, en señal de suerte.

Los invitados -entre los que destacaban guapas amigas de la novia llegadas especialmente desde Ucrania y Tomsk (Siberia), y también llegados desde Brasil, Alemania y Rusia- disfrutaron de una agradable velada y cena en los jardines de Abacanto, donde un grupo de danza rusa dio la bienvenida a los asistentes con bailes típicos. Durante la cena, donde corrieron cataratas de vodka y caviar, se pudo escuchar música en directo de violín y guitarra, así como temas de sevillana y rumbas, por lo que cautivó ver a las rusas bailando sevillanas. La velada continuó hasta altas horas de la madrugada. Los recién casados viajarán en viaje de novios a París y a finales de año celebrarán otra fiesta en Siberia, donde viven los padres de la novia. Así pues, el matrimonio celebrará dos actos matrimoniales con una diferencia de 80 grados de temperatura, puesto que en Siberia estarán a menos de cuarenta grados centígrados.

Julián Aguirre