José María Aznar, durante su intervención ayer en la cena celebrada ante más de 500 militantes del PP.

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J. PONS FRAGA/N. DOMBLÀS

En su intervención ante los militantes populares, Aznar se mostró también muy crítico con este plan y aseguró que la propuesta del lehendakari se aprovecha de que más de la mitad de la sociedad vasca «vive amedrentada» por lo terroristas. «Ese plan busca la independencia, pero no la libertad», dijo Aznar. Afirmó que la propuesta persigue alcanzar el programa «máximo» del nacionalismo y que cedan quienes creen que la convivencia debe centrarse en la libertad individual. «Cuando los dirigentes del PNV venden que este plan es la mejor forma de acabar con el terrorismo, lo que quieren es engañar, manipular y chantajear a los vascos», dijo Aznar.

Aznar pidió al PSOE que forme un «bloque compacto» con el PP para frenar la propuesta de los nacionalistas. Afirmó que algunos socialistas que se niegan a hacer ese frente común con el Gobierno «ponen sus propios intereses como dirigentes antes que los intereses de España, de la democracia institucional e incluso de los intereses de su partido». El presidente del Gobierno reclamó al PSOE sentido común y lealtad a la Constitución como eje de su acción política. Sin embargo, criticó con dureza a los socialistas, de quienes dijo que caminan «hacia la inconsistencia política, hacia la nada programática» y hacia la «irrelevancia» de quienes no tienen posición político «sino tan sólo ambición de poder».

Acusó a Zapatero de no ser una alternativa política dado que no tiene capacidad para liderar un proyecto «que sea algo más que sentar en una mesa a 17 proyectos distintos y asumirlos todos». José Maria Aznar se mostró muy duro con Maragall, a quien acusó de concebir la Constitución como un elemento «de usar y tirar» con una propuesta que pone en tela de juicio las bases de la convivencia «por puro capricho» En esta línea alabó el rechazo de Matas a este planteamiento.