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PEDRO PRIETO

Con el «pille» de Claudia Schiffer, la otra noche en «La Cuchara» cayó el último icono del verano. Se hizo de rogar, pero la espera valió la pena. En realidad Claudia pasó fugazmente por Camp de Mar hace un mes, pero aquello fue visto y no visto. Entonces llegó con su hijo, Casper, y sin su marido. Como ahora. Y con anterioridad a Claudia, llegaron otros clásicos del verano mallorquín, Diandra Douglas y su novio, el banquero Zac.

Fue pocas horas antes de que aterrizara en la base de vuelos privados Jim Carrey, nuevo en esta plaza, que nos dio vidilla durante dos o tres días. Sí, hemos de reconocer que el verano ha sido bueno, que prácticamente todo lo que ha llegado ha pasado por estas páginas. Como suele suceder cada año. Que para eso estamos, claro.

Aunque, como siempre, y sobre todo de unos años a esta parte, nos falta la pieza mayor del verano, lo que sin duda sería la guinda de estos dos meses de carreras, sofocos, pantalanes, verbenas, noches a la fresca, sobresaltos, persecuciones, etc. ¿Que cúal es esa pieza? La novia del Príncipe. La novia o esa chica que todos digamos que es la novia aunque desde Zarzuela nadie lo afirme, como sucedió con Eva Sannum.