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EFE-LL.L
Un sacerdote católico y tres letrados estarían implicados en participar en la adopción irregular de cinco niños nicaragüenses que fueron entregados a familias de Balears en 1998, según informó ayer el fiscal Freddy Arana en Managua.

Precisamente, una de las familias de Balears implicada en la supuesta adopoción irregular de niños nicaragüenses y que está siendo investigada por los gobiernos del país centroamericano, de España, y por el Tribunal Superior de Justicia de Balears, ha defendido su actuación y niega los hechos que se le imputan. «Pensábamos que todo era legal», declararon los baleares implicados en este asunto a la publicación nicaragüense El Nuevo Diario, según publicó este rotativo el pasado jueves.

La historia se remonta, según El Nuevo Diario y otros medios de comunicación, al año 1998, poco después de que el huracán Mitch arrasase buena parte de Nicaragua. En esos momentos, una empresaria balear se desplazó al país centroamericano para realizar trabajos como cooperante. Ante las necesidades de una familia residente en Nicaragua, «un capellán me pidió que ayudase a la madre y los niños (de 0, 1, 4, 7 y 10 años) que estaban en una situación terrible y que me los llevase a España», afirma la mujer que ha pedido quedar bajo el anonimato. «Le pedí que todo fuese legal», puntualizó la mujer.