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Gritos de «fuera, fuera» y «escándalo escándalo» marcaron ayer un debate parlamentario sobre el campo de polo de Campos y el proyecto de reforma de las DOT que estuvo a punto de terminar con un plante del grupo socialista. Uno de sus diputados, Antoni Diéguez, lo propuso en voz alta: «Vamónos todos». El origen del altercado estuvo en el modo en que la consellera Cabrer y (sobre todo) el portavoz del PP en ese debate, Juan Font, respondieron a una interpelación del socialista Francesc Quetglas sobre los errores en la tramitación de las leyes del Govern. Quetglas le había reprochado a Cabrer que no se hubiera leído el expediente sobre el campo de polo de Campos antes de proponer la reforma de las DOT y ésta volvió las acusaciones contra él. Le dijo había ocultado que el anterior Govern indemnizó parcialmente a los promotores.

El diputado socialista pidió la retirada del proyecto por considerarlo «nefasto» en su contenido y «un bodrio» en las formas. Además acusó a la consellera Cabrer de «ineptitud» por «no haberse mirado un expediente que estaba en su Conselleria». La responsable de Obres Públiques respondió a su vez que los miembros del anterior Govern, del «Pacto de Progreso», no tenían «ni dignidad política, ni la ética más elemental». Cabrer señaló que la actuación de Quetglas como conseller de Obras Públicas en este caso «olía mal».

Cabrer, en el momento de más tensión, preguntó a Quetglas que porqué se llevó a casa el expediente de Campos al dejar la conselleria. Quetglas le dijo que se lo había entregado alguien de su conselleria. «Lo ha reconocido, usted lo ha reconocido, me ha estado espiando y reuniéndose con mis funcionarios», dijo.